lunes, 25 de junio de 2012

Érase una vez...

En este cuento no hay
   
pero sí que hay un
azul y una
donde se refugiaban los
y como buen cuento tiene un final feliz...

Este fin de semana en el ESPAI se ha celebrado una boda.
con mucho

Felicitats!


miércoles, 13 de junio de 2012

Échale más madera


Hay cosas que por mucho que te las repitan, una y otra vez, no logras retenerlas y siempre vuelves a olvidarlas. En cambio hay otras que, no sabes bien por qué, solo hace falta que te las digan una vez y las memorizas para siempre.

Del curso de Horticultura familiar ecológica, una de las cosas que se me ha quedado grabada es que en permacultura cuantas más funciones realice un elemento mejor. Por ejemplo, un olivo nos servirá para sacar aceite de sus frutos y hacer infusión de sus hojas, pero también para que aniden los pájaros, leña para la estufa, colgar una hamaca, dar sombra, usar sus chupones para construir vallas...

Con esta máxima en la cabeza, hay momentos en que juego a elegir al azar una cosa con la mirada y empiezo a pensar qué funciones puede realizar...  Fue así como mis ojos cayeron en la ceniza, un material que suele simbolizar el final de un ciclo de vida, como si después de ella ya sólo quedase la nada...

Pero ¿puede la ceniza servir para algo? Aquí va una lista de cosas para las que la podemos usar; algunas las he probado, y otras las he encontrado rebuscando por la red... Hablamos, en cualquier caso, de cenizas de madera o materia vegetal, que es la que producimos en el ESPAI: cuando encendemos la estufa de leña, la llar de foc o cuando quemamos restos de poda en el campo.

¿Para qué se pueden usar las cenizas?
  • Abonar la tierra del huerto. Entre otros nutrientes, se ve que contienen mucho potasio, que le viene muy bien a las cebollas, por ejemplo. Pero se aconseja no abusar de ella, porque la proporción de sus nutrientes no es muy equilibrada para el suelo (no contiene nitrógeno, por ejemplo).
  • Agregar al compostero (aunque, por la misma razón que antes, se aconseja no echar demasiada).
  • Hacer barreras en el huerto que no traspasarán los caracoles ni las babosas.
  • Se pueden usar también para mantener alejados de las plantaciones a animales más grandes (tipo jabalíes), pero entonces las cenizas tienen que ser recientes, para que todavía huelan a fuego, así que hay que ir renovándolas.
  • Con agua y cenizas bien blanquitas (y si son de madera fuerte mejor) se puede hacer una lejía suave que se puede usar como detergente. John Seymour explica como hacerlo en el libro de La vida en el campo (yo lo probé hace tiempo, pero no me dio buen resultado...). Probaré ahora esta otra receta que he encontrado en la red.
  • Con agua y aceite, para hacer jabón de potasa (en este link, por cierto, hay otras ideas muy interesantes). Hasta ahora el jabón siempre lo había hecho con sosa cáustica, pero la fórmula con cenizas resulta menos agresiva e igual de eficaz. Y como tenemos olivos, ¡no nos hace falta traer nada de fuera para hacerlo! El jabón de potasa, además de usarlo como jabón de manos, para la ropa, etc., en agricultura ecológica se usa diluido en agua como insecticida y fungicida...
Para abonar, para limpiar, para desinfectar, para espantar bichos... ¡Uf! ¡Lo que pueden dar de sí las cenizas!

Laia

miércoles, 6 de junio de 2012

Abierto por vacaciones


Poco a poco el ESPAI va cogiendo buena cara: ¡eso anima después de tantos meses de trabajos de rehabilitación y mejoras! Todavía falta mucho por hacer pero en esta época es un placer disfrutar del exterior...

Y aunque estos días el tiempo ya nos está recordando que el verano en Tortosa aprieta (supongo que será por la situación: la quietud del valle dels Ports y la humedad del río Ebro), sabemos que aquí tenemos un buen refugio: la cubierta de altos pinos del ESPAI no deja que la tierra se tueste y, por si fuera poco, a media tarde siempre se levanta un airecillo fresquito fantástico que viene del mar...

Un gran refugio. Nuestro aliado. Y para el que quiera aliarse también. Así que durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre, vamos a abrir las puertas del ESPAI los fines de semana para que podáis conocernos, o simplemente disfrutar del lugar, leer un libro en la zona de hamacas (¡qué gran postal!), bajo los pinos, solos, en compañía, divisar el delta, hacer ejercicio (o descansar el que venga de hacerlo), meditar, charlar con los amigos, dormir, jugar... y, por supuesto, también gozar del dolce far niente..

El horario:
Viernes, a partir de las 19:30
Sábado, a partir de las 17:00
Domingo, de 10 a 13:30

¡Bienvenidas y bienvenidos!

Sólo una cosa, hacia la tarde-noche, un chal o una chaquetilla ¡nunca está de más...!

Descansando en las hamacas